Como es de sobra conocido por la mayoría de los ciudadanos, Valadez dejó un ayuntamiento en la ruina, con una deuda de 300 millones de euros, a pesar de que cuando accedió a la alcaldía se encontró con más de 30 millones de euros en las arcas públicas; dejó a las empresas municipales en causa legal de disolución, ya que para evitarlo se necesitaba una aportación mínima de capital de 74 millones de euros; se gastó indebidamente 22 millones de euros de los convenios urbanísticos; dejó en los cajones deudas por valor de 35 millones de euros sin contabilizar; incumplió los compromisos de pagos con la Seguridad Social, a la que dejó una deuda de 15 millones de euros; maquilló las cuentas del año 2009 en 20 millones de euros y las cuentas del 2010 en 7 millones de euros; se gastó irregularmente más de 3 millones de euros destinados a subvenciones y desvió indebidamente 7 millones de euros de fianzas de empresas y particulares a gasto corriente.
Y todo ello, pese a que Valadez conocía la existencia de un plan de saneamiento económico que él mismo encargó- elaborado por la empresa Erns&Young en el año 2009 y que costó 36.000 euros- que aconsejaba que se tomaran medidas urgentes para solventar la situación de desequilibrio presupuestario que atenazaba al Ayuntamiento. Pero en el colmo de la insensatez, Valadez no hizo caso a ese estudio, lo dejó en un cajón y encima no lo pagó.
Ahora, para poner la guinda a todos esos desatinos económicos, se ha conocido que el Ayuntamiento de Estepona, presidido por Valadez, pidió un crédito de 3.150.000 euros, el 9 de diciembre de 2010, a un interés del 11,53{e4607f1c468ec91e58b933aab83422f2b3bc7a6ecf1a88f6a23b026e18925a36}. Aparte del interés abusivo del préstamo, se da la circunstancia de que el Consistorio, según apuntan fuentes municipales, lo devolvió entero (incluyendo los intereses) apenas unos días después, concretamente el día 31 de diciembre de ese mismo año 2010. La urgencia por recibir este dinero provocó que los esteponeros regalásemos cerca de 30.000 euros en veintidós días, a pesar de la difícil situación que atravesaban las arcas municipales en esos momentos.
¿Cuándo se pedirán responsabilidades a esos gobernantes inútiles que dilapidan de manera tan burda el dinero de todos, mientras miles y miles de ciudadanos están en el paro o pasan necesidades?
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