Los productores de aceite de oliva vendieron el 87% de la cosecha a 31 de julio, según datos de la Agencia de Información y Control Alimentarios, mientras las existencias totales representan apenas el 36% del aceite producido en la campaña. Las bodegas de las almazaras mantienen únicamente 321.936 toneladas, el 13% de la producción total.
El ritmo de comercialización supera al registrado el año pasado, cuando a 31 de julio el aceite almacenado respecto a lo producido alcanzaba el 40%. Los datos reflejan una mayor actividad comercial pese a que la producción de la campaña anterior fue aproximadamente un 50% menor a la actual.
Las existencias totales de aceite se distribuyen entre productores con 321.936 toneladas, la distribución con 187.725 toneladas y el Patrimonio Comunal Olivarero con 3.952 toneladas. Esta situación se produce cuando restan tres meses para la entrada del nuevo aceite.
Desde el inicio de la campaña el 1 de octubre, salieron al mercado desde las almazaras 1.229.971 toneladas, el 87% de la producción total. Durante el mes de junio se comercializaron 125.995 toneladas.
Los factores climáticos han impactado en las perspectivas del sector. La vecería propia del cultivo del olivar, las altas temperaturas de mayo que afectaron a los olivares en flor de algunas zonas, los ataques de plagas que no afectan a la calidad pero sí a la producción, y el estrés hídrico de julio y agosto se dejan notar en el campo.
Francisco Elvira, secretario de Organización de COAG Jaén, señala que los datos confirman la ausencia de excedentes y que otros países productores no cuentan con stock suficiente. Según su análisis, estos factores no justifican caídas del precio en origen.
La distribución comercial mantiene actualmente 187.725 toneladas de aceite, mientras que las almazaras conservan el porcentaje más bajo de producto almacenado en sus instalaciones con 321.936 toneladas a 31 de julio.
