Hasta el momento el equipo de gobierno ha despedido a más de 20 trabajadores sin consenso con los representantes sindicales, a pesar de las reivindicaciones realizadas por los sindicatos. Por ello UGT Manilva ha decidido realizar un encierro que se mantendrá durante toda la jornada de ayer y concluirá con la concentración prevista para hoy miércoles 17 de abril de 10 a 11:30h en la puerta del Ayuntamiento
Los delegados sindicales de la sección de UGT en el Comité de Empresa del Ayuntamiento de Manilva iniciarion sobre las diez de la mañana del martes 16 de abril un encierro en las instalaciones del Consistorio. Esta actuación se lleva a cabo como medida de protesta ante la negativa por parte del equipo de gobierno a negociar las medidas necesarias para aplicar el Plan de Ajuste que fue elaborado y aprobado de forma unilateral por el equipo de gobierno el año pasado. Además también se reivindica que cese la oleada de despidos que el equipo de gobierno realiza desde el año pasado de forma indiscriminada y sin consenso con los representantes sindicales. El año pasado fueron 15 los despedidos y el pasado 22 de marzo se despidió a otros seis trabajadores sin seguir criterio alguno para ello.
Además, añaden los delegados, se está efectuando una forma de gobierno “del terror y del miedo” ya que el mismo día en el que se comunicó la celebración de la concentración prevista, la alcaldesa efectuaba unas declaraciones en RTV Manilva en la que no descartaba el despido de 153 trabajadores municipales.
Según explica el delegado sindical de UGT y también presidente del Comité de Empresa municipal, Francisco Román, en abril del año pasado se mantuvieron varios contactos entre equipo de gobierno y representantes sindicales para intentar llegar a un acuerdo sobre las medidas a adoptar para reducir los 500.000 € anuales que señalaba el mencionado Plan de Ajuste.
Esas negociaciones, a las que acudieron incluso representantes provinciales de los sindicatos que forman el Comité de Empresa municipal, UGT y CC.OO., fueron interrumpidas por el equipo de gobierno al no querer aceptar ninguna de las propuestas de ahorro en el gasto planteadas por los sindicatos. Según explica Román, los sindicalistas planteaban suprimir las productividades, horas extras, gratificaciones y pluses que se vienen pagando de forma irregular, ejecutar un plan de prejubilaciones e incluso, si aún con estas medidas llegase a ser necesario, reducir los salarios de toda la plantilla para evitar los despidos. “El equipo de gobierno no aceptaba ninguna medida que no pasara por el despido de personal como han demostrado los acontecimientos”.