18.9 C
Estepona
sábado, noviembre 23, 2024

Razones por las que comer mejillones este verano

El mejillón ha sido considerado, en ocasiones, como un hermano pobre de otros mariscos más apreciados. Sin embargo, los beneficios del mejillón, así como sus propiedades curativas son muy superiores a los de otros moluscos, por no hablar de su delicioso sabor siendo un alimento fácil de preparar, nutritivo e hipocalórico.

Existen razones nutricionales por las que debemos de comer mejillones:

  1. Los mejillones, como todos los productos procedentes del mar, están compuestos en su mayoría de agua, por lo que tienen un bajo contenido en grasas y calorías.
  2. El mejillón proporciona proteína de calidad y de muy fácil digestión. Su aporte en hierro es muy bien asimilado en el intestino, al contrario de lo que sucede con algunas verduras.
  3. El contenido en vitaminas del grupo B y en minerales como el yodo y el magnesio le permiten combatir estados de fatiga, siendo además un alimento interesante para niños y deportistas.
  4. Otro de los beneficios del mejillón es el de ser un alimento cardiosaludable. Su elevado contenido en potasio ayuda a controlar la hipertensión, mientras que la mayoría de sus escasas grasas son del tipo omega 3, que ayudan a controlar los niveles de colesterol pese a ser un marisco.
  5. Destaca por su elevado contenido en glucosaminas, el más potente antiinflamatorio natural, de especial utilidad en los procesos articulares como el reuma, la artritis y la artrosis.
  6. Su alto contenido en vitamina E le proporciona propiedades antioxidantes, por lo que el mejillón se pueden englobar dentro del grupo de alimentos que nos van a ayudar a prevenir la aparición de diferentes tipos de cáncer.
  7. Es aconsejable consumir el producto que lleva la denominación Producto Galego de Calidade, por tratarse de la normativa reguladora, que es la mejor garantía de estar adquiriendo y consumiendo un magnifico producto.
  8. La forma más habitual de consumirlo es abriéndolos al vapor en una cazuela, después de limpiarlos, con un fondo de agua de mar a poder ser, y unas hojas de laurel, retirándolos en cuanto abran. Su carne blanda y jugosa admite otras preparaciones menos sencillas

Últimas noticias