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miércoles, octubre 23, 2024

Un proyecto urbanístico decidido a acabar con el único complejo dunar de la Costa del SOL

Según JOSÉ GÓMEZ ZOTANO del Departamento de Análisis Regional y Geografía Física de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada:
A pesar de los numerosos estudios realizados por científicos de las universidades de Granada y Málaga que demuestran los profusos valores naturales y advierten de la fragilidad del ecosistema y las necesidades de protección, las dunas litorales del Saladillo-Matas Verdes (Estepona) van a ser dilapidadas por un proyecto urbanístico presentado en el Ayuntamiento de dicha localidad. Las prisas de sus promotores por que se apruebe in extremis un Plan Parcial para construir un complejo hotelero
más se explican por el avance del nuevo PGOU, donde las dunas son reconocidas y catalogadas como zona verde. Igualmente, la premura respondea la necesidad de adelantarse a la última propuesta de delimitación del
Dominio Público Marítimo Terrestre realizada por Demarcación de Costas donde el complejo dunar queda incluido dentro del Deslinde Público Marítimo-Terrestre en su totalidad.

La finca en cuestión, situada en la playa de Casasola, alberga el último ecosistema dunar completo de la provincia de Málaga. Este y otros muchos valores naturales como la presencia de diversas especies en peligro de extinción –caso del camaleón-, son más que suficiente para su protección inmediata, tal y como se asegura en el libro recientemente publicado por la Universidad de Málaga “Dunas litorales y fondos marinos del Saladillo-Matas Verdes. Estudio integrado para su protección como reserva marítimo-terrestre” dirigido por José Gómez Zotano, Profesor de Geografía
de la Universidad de Granada, y realizado en colaboración con los biólogos Felipe Román y María Teresa Vizoso, y el arqueólogo municipal del Ayuntamiento de Estepona Ildefonso Navarro.

Una vez más, la sombra de la especulación urbanística se cierne sobre el
municipio costasoleño, donde se siguen sacrificando los intereses del
pueblo para satisfacer las demandas particulares. En este sentido, los
actuales propietarios de la parcela en disputa, la adinerada y conocida
familia Opel, con su proyecto de urbanización disfrazado de “ecológico” y
“sostenible”, no hacen sino mancillar la memoria del difunto Jorge Van
Opel, responsable último de que este patrimonio natural haya llegado
intacto hasta nuestros días, ya que fue él quien en 1945 adquirió la finca
y la preservó de las distintas pulsaciones urbanizadoras que ha sufrido el
litoral malagueño en general y esteponero en particular. Resulta, cuanto
menos paradójico, que sea ahora, tras sobrevivir a todos y cada uno de los
feroces booms inmobiliarios de las décadas de los 60, 70, 80 y 90 del
siglo XX, cuando se plantee construir sobre este santuario de la
vegetación y la fauna costera, máxime cuando en nuestros días asistimos a
un desarrollo importante de la legislación y la práctica referente a la
protección del frente marítimo. Como ha sucedido en otros casos similares
(Hotel El Algarrobico, finca el Arraijanal, Cabopino, etc.), las dunas
todavía pueden salvarse si se aplica la Ley de Costas y en concreto la
Expropiación Forzosa a través del Programa de Adquisición de Fincas del
Ministerio de Medio Ambiente para reforzar la protección de la costa, si
se declara espacio protegido con alguna de las figuras de la RENPA como
podría ser Monumento Natural, o sencillamente si hay voluntad política por
parte de los gobernantes y se limitan a realizar una verdadera Ordenación
del Territorio.

Si se produjera lo indeseable, asistiríamos al mayor delito ambiental
consentido y producido en Andalucía en los últimos 40 años, muy por encima
del sonado caso del hotel ilegal El Algarrobico en Cabo de Gata.

Existe, además, la paradoja de que varias Delegaciones del ayuntamiento
esteponero han venido apostando decididamente por la protección y puesta
en valor de sus recursos naturales e históricos. Tanto es así que
colaboraron con el Grupo de Trabajo Valle del Genal y la Universidad de
Granada en el proyecto de investigación financiado por la Obra Social de
la Fundación La Caixa que, durante los años 2007 y 2008, estudió las dunas
y fondos marinos del Saladillo-Matas Verdes y dio origen al anteriormente
citado libro y a los carteles informativos que actualmente pueden
disfrutarse en las playas. A ello cabe sumar la reciente declaración de
los fondos marinos como Lugar de Interés Comunitario (LIC) gracias a la
solicitud que en su momento realizó Ecologistas en Acción.

La clave del asunto se encuentra, por el momento, en la Delegación de
Urbanismo del Ayuntamiento de Estepona. De sus responsables y técnicos
depende que un proyecto hotelero más acabe con el último reducto dunar
virgen del litoral malagueño o, por el contrario, que se conserve y pueda
llegar a convertirse en uno de los atractivos turísticos más importantes
de la Costa del Sol.

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