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viernes, diciembre 27, 2024

Salud prioriza las acciones dirigidas a los factores de riesgo cardiovascular modificables para prevenir las enfermedades del corazón

Los objetivos en las políticas de salud pública para reducir la morbimortalidad por enfermedades cardiovasculares deben priorizar las acciones dirigidas a los factores de riesgo cardiovascular modificables. Así lo ha expresado la secretaria general de Salud Pública y Consumo, Josefa Ruiz, en el III Congreso para Pacientes con Enfermedades Cardiovasculares, donde ha abogado por una planificación estratégica del abordaje integral de este problema de salud, promoviendo estilos de vida cardiosaludable, al mismo tiempo que garantizando una atención sanitaria equitativa y de calidad.

Entre estos factores modificables se encuentra la diabetes, “uno de los problemas de salud pública más importantes en la actualidad, no sólo por su elevada prevalencia en nuestro entorno, alcanzando el 15% de la población adulta andaluza, sino porque, además, sabemos que otro 15% está en riesgo de desarrollarla, debido a la alta prevalencia de la obesidad”.

Ruiz se ha centrado en la obesidad como otra de las causas que pueden provocar enfermedades cardiovasculares. En Andalucía, al igual que en el resto de países occidentales, la epidemia de obesidad se ha convertido en un grave problema de salud pública. Un 18,7% de la población adulta es obesa y un 22,5% de los niños y niñas andaluces también lo son.

En cuanto al sedentarismo, la situación también es preocupante, ya que el 89% de la población tiene una actividad sedentaria, actitud más frecuente en las mujeres (91,8%) que en los hombres (86,2%). El 38% de la declaró no practicar ejercicio físico en su tiempo libre, manteniendo las mujeres (41,8%) una vida más sedentaria que los hombres (34%), siendo mayor entre las personas de mayor edad que entre las más jóvenes.

“La respuesta se focaliza en el Plan Integral de Cardiopatías como eje vertebrador de las acciones de salud de la consejería”, ha dicho Josefa Ruiz. El objetivo es garantizar un abordaje integral, desde la promoción estilos de vida saludables, a la recuperación del proyecto vital de la persona afectada y su familia, pasando por la prestación de una atención sanitaria de calidad, trabajando en la mejora continua de la respuesta a la insuficiencia cardiaca a la vez que se refuerza el apoyo a la investigación. Así, en la última convocatoria de investigación de la consejería se ha concedido más de 300.000 euros de ayuda a siete proyectos centrados en las enfermedades cardiovasculares.

Por último, la secretaria general de salud pública ha querido poner en valor los primeros eslabones de la cadena de causalidad en materia de promoción de la salud y ha hecho referencia a la Ley para la Promoción de una vida saludable y una alimentación equilibrada, ya casi a punto de entrar en debate Parlamentario, “un elemento imprescindible”. También ha destacado el papal del Plan Integral contra la Obesidad Infantil “como factor de inversión de futuro en la población infantil”.

Entre sus diversas actuaciones, ha destacado por su gran potencia la Red de la Sandía, formada por 1.794 profesionales, que trabajan activamente en la promoción de estilos de vida saludables, en la prevención de la obesidad infantil, entre otras acciones, mediante el consejo dietético y de ejercicio físico en modalidad individual y/o grupal. Una Red que desde 2011 atiende una media de 40.000 menores al año, tanto en actuaciones grupales como individuales. También, ha dado importancia a los programas vinculados a la prevención y promoción de estilos de vida saludables que se están desarrollando en el espacio educativo, en coordinación con la Consejería de educación, como Creciendo en salud (con casi 430.000 alumnos inscritos el pasado curso) y Forma Joven (casi 265.000 jóvenes y adolescentes).

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