El candidato del PP en el Ayuntamiento de Estepona, José María García Urbano, ha anunciado que su programa de gobierno contempla” una configuración unitaria, ágil y centralizada de la administración local que pasa por centralizar física y orgánicamente la toma de decisiones municipales en un solo edificio cuya diseño y ejecución está previsto en el bulevar que discurrirá desde el paseo marítimo hasta el parque central, racionalizando los diferentes niveles y que terminará en un gran edificio singular que albergará todas las dependencias del Ayuntamiento”.
García Urbano ha destacado “la urgencia de contar con un único edificio administrativo para, en paralelo, devolver la normalidad institucional al Ayuntamiento. Un Ayuntamiento que los ciudadanos no ven, ahora, como el lugar donde se solucionan sus problemas, sino donde se ahogan sus peticiones, sus inquietudes y sus quejas”.
El bulevar albergará un edificio que se convertirá en el único centro administrativo, donde se recepcionarán todas las peticiones de los vecinos y se gestionarán las respuestas, ahorrando costes y molestias, facilitando el acceso a los de fuera y transmitiendo sensación de equipo a los funcionarios, con el fin de generar el aumento de autorresponsabilidad.
“Ideas como instaurar, de una vez por todas, el acceso telemático a los expedientes por parte de los interesados, o algo básico como un solo número receptor de llamadas, o –y a esto le doy importancia significativa- lo que hemos llamado “Línea 48”, es decir: el compromiso irrevocable de responder a todos los escritos y peticiones que no originen expediente administrativo en el plazo máximo de 48 horas, han de servir para regenerar esos afectos entre la Administración y los administrados”.
García Urbano, que ha comparecido ante los medios en la carpa donde exhibe el PP sus proyectos más destacados, ha afirmado que es preciso consensos básicos sobre la peatonalización, mobiliario urbano o los elementos decorativos. No hay un modelo homogéneo sino que se peatonaliza una calle, pero luego se acuerda abrirla al tráfico rodado por horas y después solo para residentes todo el día y más tarde vuelve a abrirse a todos los ciudadanos).
“Tampoco hay consenso sobre los elementos decorativos: como los toldos o las sillas de terrazas. En Estepona las cosas son al revés: no hay una igual que otra, cual típico “ejército de Pancho Villa”, ni se ha acotado un área histórica para actuar de manera uniforme, ni unanimidad sobre mobiliario urbano. Hay farolas de diez clases; bancos de diez clases; papeleras de diez clases. Podría usar un sarcasmo y pensar que acaso el modelo sea que haya de todo de “diez clases”. A lo mejor es ese el modelo y no me he enterado”, ha puntualizado.
Por último ha añadido que, por supuesto, no hay un modelo de pavimentado ni de acerado. Hay calles con diez -otra vez el número 10- materiales distintos, según el tramo de acera. Es como si cada vecino, al arreglar su casa, haya acondicionado la parte de acera que da a su fachada de una manera distinta.
