El Espacio Natural de Doñana ha registrado su cifra más baja de aves acuáticas invernantes desde que comenzaron los registros, con apenas 43.989 ejemplares contabilizados en enero de 2024, según revela el informe Estado de la biodiversidad en Doñana 2024, presentado por la Estación Biológica de Doñana del CSIC en la Casa de la Ciencia de Sevilla.
La drástica reducción en el número de aves se debe principalmente a la escasa inundación de las marismas, que solo permanecieron cubiertas durante 35 días frente a los 62 días de media histórica. La laguna de Santa Olalla, la más grande del parque y anteriormente considerada permanente, se ha secado por tercera vez consecutiva a principios de octubre, un fenómeno sin precedentes incluso durante las sequías extremas de las décadas de 1990 y 2000.
El espacio natural ha experimentado su duodécimo año consecutivo con precipitaciones por debajo de la media histórica, registrando 434,4 milímetros frente a los 530 habituales. El nivel freático ha descendido 1,61 metros en los últimos cuatro años, afectando gravemente a las lagunas que dependen de las aguas subterráneas.
La situación ha impactado especialmente en especies emblemáticas como el ánsar común, que ha registrado su peor cifra histórica con solo 4.337 ejemplares invernantes. El informe también destaca la ausencia del galápago europeo en las zonas muestreadas, la reducción de poblaciones de milano real y la aparición de tres nuevas especies invasoras: Bacopa rotundifolia, Asparagus asparagoides y Oenothera drummondii, que amenazan los ecosistemas locales.