El Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía (IECA) publica la Clasificación del Grado de Urbanización del territorio andaluz a 1 de enero del año 2021. Esta clasificación trata de caracterizar la intensidad del asentamiento de la población en la Andalucía habitada. A partir de la densidad de población, se definen distintas categorías de áreas basándose en criterios de contigüidad geográfica, densidad y umbrales de población, medidas en malla estadística de celdas o cuadrículas de 250 m x 250 m, siguiendo los estándares europeos para la armonización de mallas estadísticas e integrada en la malla estadística de 1 km x 1 km establecida por Eurostat1. A partir de la malla europea se definen tres niveles primarios de densidad: centros urbanos, agrupaciones urbanas y celdas de malla rurales.
El IECA, siguiendo los últimos trabajos publicados por Eurostat2, ha ampliado estas categorías a 7 (nivel 2), lo que permite profundizar en algunos ámbitos en los que la clasificación inicial creaba grupos bastante heterogéneos. Esto ocurría especialmente en las agrupaciones urbanas y en las celdas en malla rural. De esta manera, la identificación de las nuevas categorías parte de la clasificación inicial incorporando nuevos criterios de contigüidad, densidad y umbrales de población. Así, partiendo de la clasificación de agrupaciones urbanas se identifican tres subclasificaciones: agrupaciones urbanas densas, agrupaciones urbanas de densidad intermedia y celdas suburbanas o periurbanas; y análogamente, dentro del conjunto de celdas en malla rural, se diferencian las agrupaciones rurales, celdas en malla rural de densidad baja y celdas en malla rural de densidad muy baja.
Aplicando este procedimiento en Andalucía, de las 57.628 celdas de 250 m x 250 m habitadas, el 10,4% corresponde a centros urbanos, el 22,8% a agrupaciones urbanas y el resto (66,8%) a celdas habitadas de malla rural. Considerando el volumen de población que habita en estas áreas encontramos que el 44,3% de la población andaluza reside en celdas clasificadas como centros urbanos, el 38,0% en celdas del tipo agrupaciones urbanas y el 17,7% en celdas rurales.
La clasificación del nivel 2 en el grado de urbanización permite obtener información más detallada sobre el asentamiento de la población. Del 38,0% de residentes en agrupaciones urbanas el 73,4% lo hace en agrupaciones urbanas densas. Es decir, casi 3 de cada 4 personas residentes en agrupaciones urbanas viven en entornos con alta densidad de población pero que en su conjunto no alcanzan el umbral de los 50.000 habitantes necesario para ser considerados centros urbanos.
En términos de territorio, la población residente en zonas de alta densidad no ocupa más del 50% del total de celdas clasificadas como de agrupaciones urbanas. En las celdas en malla rural ocurre algo similar, del total de población que reside en ellas, el 66,1% habita en celdas con una densidad superior a 300 habitantes por km2 (agrupaciones rurales), sin embargo esas celdas no representan más del 19,6% del total de celdas de malla rural.
A partir de esta información a nivel de celdas se configuran definiciones claras y consistentes de ciudades y zonas rurales, las cuales están consensuadas a nivel internacional y permiten realizar comparaciones con otras regiones y países. Esta comparabilidad es clave en la elaboración y seguimiento de numerosos indicadores, como los correspondientes a los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La OCDE indica que casi la mitad de la población en el mundo vive en ciudades (48%), una cuarta parte vive en áreas rurales (24%) y el resto vive en áreas de densidad intermedia (28%).
Mientras que, según los últimos datos de EUROSTAT3, el 39,3% de la población europea vive en ciudades, Andalucía muestra en ese contexto una mayor concentración con un porcentaje del 48,4% de la población. Hay una mayor diferencia en el comportamiento del asentamiento de la población en las áreas rurales, frente a cifras del 29,1% de la población en Europa, Andalucía muestra un porcentaje de 17,4 puntos menos (11,7% de la población andaluza reside en áreas rurales). En las áreas de densidad intermedia en Europa la cifra es del 31,6%, frente al 39,9% en Andalucía.
Incorporación de variables sociodemográficas
El grado de urbanización realiza una clasificación del territorio a nivel de cuadrícula de 250 m x 250 m. La combinación del grado de urbanización y la información disponible en el IECA en formato de malla permite avanzar en el conocimiento y caracterización del territorio con gran nivel de detalle. Así, a partir de la información sobre la Distribución espacial de la población en Andalucía4 es posible estudiar las características sociodemográficas propias de cada entorno.
Índice de feminización
Un rasgo que caracteriza a las poblaciones rurales es la existencia de un desequilibrio entre el número de hombres y mujeres, inclinándose la balanza hacia el número de hombres. Andalucía también presenta esta característica. Mientras que el índice de feminización en las celdas de centros urbanos es de 107,1% (107 mujeres por cada 100 hombres), en las celdas de malla rural este porcentaje es de 95,1% (95 mujeres por cada 100 hombres). Con la ampliación de la categorización del grado de urbanización se observa cómo a menor densidad de las celdas el índice de feminización disminuye.
Pensiones contributivas
En los centros urbanos la mediana de la pensión por jubilación alcanza los 1.107,21 euros, es decir el 50% de la población jubilada residente en centros urbanos cobra menos que esta cantidad. Esta cuantía de pensión se reduce cerca de un 27% en agrupaciones urbanas y un 37,4% en celdas de malla rural, donde el 50% de la población pensionista cobra menos de 692,95 euros al mes.
Incorporación de información catastral
El IECA analiza también en celdas de 250 m x 250 m información catastral difundida en la Caracterización y distribución del espacio construido en Andalucía5. Esta información puede ser combinada con la del grado de urbanización favoreciendo el conocimiento y descripción del territorio.
Tamaño de la vivienda
En Andalucía, el 50% de las viviendas tienen menos de 97 m2 de superficie construida. Este tamaño disminuye en los centros urbanos a los 88 m2, subiendo a los 102 m2 en las agrupaciones urbanas y a los 112 m2 en las áreas rurales.
Con la ampliación de la categorización del grado de urbanización se observa también cómo a mayor densidad de las celdas el tamaño de la vivienda disminuye. Así se observa cómo en las agrupaciones urbanas densas, con características próximas a centros urbanos, el 50% de las viviendas tienen una dimensión menor que en las agrupaciones urbanas de densidad intermedia (102 m2 en las primeras frente a los 105 m2 en las segundas) aunque son de mayor dimensión que en los centros urbanos.
Si observamos cada uno de los centros urbanos que se constituyen en Andalucía (un total de 24), podemos apreciar que la distribución de los metros cuadrados es muy similar aún existiendo fuertes diferencias en el número de viviendas. En general, la vivienda más frecuente está entre los 75 y 85 m2. Esto es especialmente notable en los centros urbanos de San Fernando (23,5%), Jerez de la Frontera (21,7%) o Alcalá de Guadaíra (20,7%). En los centros urbanos del Puerto de Santa María y Cádiz las viviendas más frecuentes son de menor tamaño, de 66 a 75 m2.
Se observa también como, en términos generales, los centros urbanos costeros presentan una distribución con más peso de viviendas con menores tamaños (Benalmádena-Torremolinos, Cádiz, Fuengirola o Marbella), mientras que en los centros del interior la distribución tiende a un mayor peso de viviendas con mayor tamaño (Aljarafe, Dos Hermanas, Granada, Jaén o Linares).