No es un secreto que Karl Lagerfeld siempre hace todo a lo grande. Sus 17 colecciones anuales y su decisión de ser él mismo el director de numerosos fashion films de Chanel son prueba de ello.
En su último desfile para la firma, a pesar de que mostraba la misma colección que ya había presentado hace unos meses en Austria, invitó a todas aquellas celebridades con alguna relación con el mundo de la moda, y consiguió invadir, una vez más, todas las redes sociales, tanto con tweets o fotos en Instagram de los asistentes, como con tweets de aquellos que lo veían desde las pantallas de sus teléfonos móviles.
Desde Beyoncé o Anna Wintour, hasta Julianne Moore o Alexa Chung, la lista de invitados fue inmensa, y estos pudieron disfrutar de un ambiente muy cuidado (que recordaba a los palacios rococó), el fashion film Reincarnation, y la que es considerada una de las mejores colecciones de Chanel hasta la fecha. Pero eso no fue todo. El evento contó con fotomatón, cena, cóctel, y hasta pretzels con la forma del logo de Chanel. Tras esto tuvo lugar la after party, en la cual actuó Pharrel Williams, también invitado al evento, acompañado de Cara Delevigne en una de las canciones.
Esta industria es, ahora más que nunca, un espectáculo, y Karl Lagerfeld lo sabe. Es ese encanto, esa intriga por cómo será la pasarela, por cuál será la inspiración, por quiénes ocuparán el front row o qué espectáculo se creará esta vez, lo que hace que Chanel no solo se mantenga en los primeros puestos de los rankings de las firmas más importantes, sino que además siempre es una de las pasarelas más esperadas y que más expectación genera, incluso cuando ya se conoce la colección.
Nerea Maroto.