La concejala del área de Presidencia, Ana Velasco, ha anunciado que el Ayuntamiento de Estepona ha elaborado una ordenanza para la convivencia y protección del espacio urbano en la localidad. El principal objetivo de esta ordenanza es el de preservar el espacio público como un lugar de encuentro, convivencia y civismo, en el que todas las personas puedan desarrollar en libertad sus actividades de libre circulación, ocio y recreo, con pleno respeto a la dignidad y a los derechos de las demás y a la pluralidad de expresiones y de formas de vida diversas existentes en Estepona.
En concreto, en el texto se recogen mecanismos para impedir la explotación de las personas mediante la prostitución y para evitar que el ejercicio de la prostitución en la calle afecte a la convivencia ciudadana. Al respecto, la ordenanza -que el equipo de gobierno prevé aprobar en la próxima sesión plenaria- especifica que “se prohíben las prácticas sexuales, el ofrecimiento, solicitud, negociación y aceptación directa o indirectamente de servicios sexuales retribuidos en el espacio público del municipio de Estepona, en todo su término municipal y de forma especial cuando excluyan o limiten la compatibilidad de los diferentes usos de dicho espacio público”.
Está especialmente prohibido por esta ordenanza la práctica de actividades sexuales, el ofrecimiento, la solicitud, la negociación o la aceptación de servicios sexuales retribuidos en el espacio público del municipio de Estepona, y en particular cuando estas conductas se lleven a cabo en espacios situados a menos de 200 metros de distancia de zonas residenciales, centros educativos o cualquier otro lugar donde se realice actividad comercial o empresarial. Estas conductas serán sancionadas con multas económicas.
«Hay un problema en las ciudades españolas y los ciudadanos nos miran a nosotros para resolver la prostitución en la calle», ha señalado Velasco, que ha añadido que esta ordenanza de convivencia da una respuesta a las quejas y molestias vecinales; además de prevenir la potencial explotación y trata de determinados colectivos.
La edil ha anunciado además que el Ayuntamiento, a través de los servicios sociales competentes, prestará información y ayuda a todas aquellas personas que ejerzan el trabajo sexual en la localidad y en especial a aquellas que quieran abandonar su ejercicio. El Consistorio también colaborará intensamente en la persecución y represión de las conductas atentatorias contra la libertad e indemnidad sexual de las personas que puedan cometerse en el espacio público, en especial las actividades de proxenetismo o cualquier otra forma de explotación sexual.
La concejala de Presidencia ha asegurado que la ordenanza se ofrecerá antes de su aprobación en pleno a los miembros de la oposición para que puedan realizar aportaciones que enriquezcan el texto, ya que, según ha explicado la edil, la intención del equipo de gobierno es que esta norma municipal se apruebe con la unanimidad de todos los grupos políticos.
Velasco se ha referido a otras demandas planteadas por los ciudadanos que requieren una La ordenanza también regula otros aspectos como la degradación visual del entorno urbano mediante graffitis, pintadas y otras expresiones gráficas; el uso inadecuado de juegos en el espacio público; prohíbe la práctica del ‘botellón’ y del consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública, excepto en los destinados a terrazas de establecimientos públicos que cuenten con la preceptiva licencia municipal; el comercio ambulante no autorizado; así como actitudes vandálicas en el uso del mobiliario urbano y deterioro del espacio urbano, entre otras conductas en el espacio público.
La edil ha explicado además que la norma municipal establece además el régimen sancionador en relación a la protección del entorno urbano desde tres grandes perspectivas medioambientales: la contaminación atmosférica, acústica y por residuos. Asimismo, regula la tenencia de animales y las obligaciones y prohibiciones en relación a los considerados como potencialmente peligrosos. En este sentido, las personas propietarias o poseedoras de animales deben evitar, en todo momento, que éstos causen daños o ensucien tanto las vías como los espacios públicos, entre otras cuestiones.