El alcalde de Estepona, José María García Urbano, ha anunciado que el Ayuntamiento ha adjudicado las obras para el proyecto de conservación y recuperación del Castillo de San Luis, una fortaleza costera construida en el último cuarto del siglo XVI, cuyos restos se encuentran en el centro histórico de la ciudad.
Los trabajos han sido adjudicados a la empresa Grafeno Inversiones, S.L.U. por un importe de 531.795 euros (IVA incluido), que serán financiados a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia -Financiado por la Unión Europea Next Generation EU-.
La actuación, que arrancará en las próximas semanas, permitirá la puesta en valor de este enclave y convertirlo en un centro museístico. Para ello, se procederá a la colocación de una cubierta sobre los restos arqueológicos, que no será visible desde el exterior y que posibilitará el uso del espacio interior como sala museo.
Además, se va a instalar una pasarela que facilitará a los visitantes recorrer el interior del castillo y contemplar los restos de las distintas fases históricas del edificio que han ido apareciendo durante los movimientos de tierra y excavaciones arqueológicas realizadas.
Finalmente, el proyecto prevé la instalación de varios paneles y elementos audiovisuales didácticos para ayudar en la interpretación del entorno del castillo, así como un espacio para exhibir colecciones con interés histórico.
El regidor ha indicado que la recuperación de este monumento para el disfrute de los ciudadanos supone “un gran hito” en el trabajo que desde hace más de una década realiza el Consistorio para poner en valor el patrimonio histórico y artístico de Estepona. “Dar a conocer el rico pasado de nuestra ciudad es fundamental para las futuras generaciones, al tiempo que ampliamos la oferta cultural que ofrece Estepona a quienes la visitan”, ha continuado el primer edil.
El Castillo de San Luis de Estepona es una fortaleza costera construida en el último cuarto de siglo XVI, en el marco de la reorganización de la defensa de la costa occidental malagueña tras la rebelión morisca de 1568. Su propósito original fue reforzar el frente sur de las murallas de origen islámico, dominando el fondeadero natural de la playa de La Rada. Sus elementos más destacados eran tres baluartes artilleros y una gran plaza de armas porticada, con varios cuarteles.
A mediados del siglo XVIII, parte del Castillo de San Luis sufrió una importante transformación y se reestructura como batería cañonera. Tras los daños causados por el terremoto de Lisboa, en 1755, y las voladuras provocadas por los franceses en 1812, gran parte del castillo se abandona y cae en ruina, sobreviviendo solamente la batería cañonera, que se incorporó como patio a una vivienda construida a finales del siglo XIX.